En la Sesión de este jueves, los Concejales aprobaron un Proyecto de Ordenanza impulsado por Adriana Molina (FPCyS-UCR) en el que se declara al “liso” como patrimonio cultural de la ciudad.
La Concejala contó que “esta forma particular de tomar cerveza que tenemos los santafesinos, forma parte indiscutible del patrimonio cultural único y de la identidad que distingue a nuestra ciudad a nivel nacional. Queremos que este modo especial de llamar a la cerveza tirada, de barril, que nació y se desarrolló en esta ciudad allá por 1930, tenga su lugar destacado y pueda ser promovido y difundido como un producto característico de los santafesinos”.
En otro sentido, Adriana Molina señaló que “este tipo de iniciativas no solo tienen que ver con los sentimientos y costumbres de una comunidad si no que están encaradas pensando en la promoción de productos auténticamente locales como el liso, que da trabajo a mucha gente y que gusta tanto en el público de todo el país, por lo que debemos potenciarlo aun más”.
“Los santafesinos tenemos que estar orgullosos de lo que producimos y seguir creciendo, con el aporte de la tecnología y de las nuevas generaciones que traen nuevas ideas para mejorar lo tradicional, lo que crearon nuestros abuelos”, completó Molina.
Vale destacar que por primera vez se sanciona en el Concejo a una tradición, en uso, como patrimonio cultural inmaterial en consonancia con lo establecido por la Convención de la UNESCO.
Historia
La ciudad de Santa Fe se convirtió en un polo de la elaboración de cerveza por una conjunción de factores geográficos e históricos que hicieron que, entre 1920 y 1930, dos cervecerías se instalen y se desarrollen en la ciudad, como lo fueron Santa Fe y Schneider.
En el caso de Otto Schneider, llegó a la ciudad en 1911 y luego de trabajar varios años como maestro cervecero en la Cervecería Santa Fe -anteriormente en Bieckert y San Carlos-, en 1931 funda su propia cervecería y comienza a darle forma a su sueño. Es allí donde despliega no solo su tradicional receta, sino su propio modelo de producción y forma de servir la cerveza. “Si bien se tomaba desde un principio en jarras, fue Otto Shneider el que popularizó hacerlo en vaso de vidrio liso, sin textura, para sentir su temperatura y apreciar su color y pureza, eligiendo un vaso sin talla de 250 cm3 y servido con dos dedos de espuma. La gente lo adoptó inmediatamente y lo popularizó, y muy pronto llegaron desde otras provincias para probar el liso santafesino”, relató Adriana Molina.